Virginia Posse, la médica tucumana que adoptó 6 hermanitos | Marca Tucumán

Virginia Posse, la médica tucumana que adoptó 6 hermanitos

La vida de Virginia Posse se convirtió en un ejemplo para todos. Su miedo fue opacado por el amor de su corazón y su felicidad se acrecentó. Hoy, es feliz con su familia. Conocé la historia de una mujer ejemplar.

“La casa se llenó de risas y alegrías”

Pensar en tener un hijo puede traer una gran cantidad de incógnitas. ¿Podré cuidarlo? ¿Seré un buen padre o madre? ¿Le podré dar todo lo que se merece? ¿Estaré a la altura? Pensar en adoptar 6 hijos resulta algo inimaginable para el común de las personas. Pero Virginia Posse no es una persona común, su miedo y dudas le llenaron la cabeza. Sin embargo, a veces la razón no entiende lo que dicta el corazón.

Su historia comienza con su primer esposo cuando tenía apenas 20 años. En ese momento, estudiaba la carrera de medicina y tuvo su primer hijo. El esfuerzo era cada vez mayor pero no abandonó sus sueños y se recibió. Luego, llegaría el segundo hijo y con él un momento que su memoria quiere borrar. Con tan solo 4 años, su segundo niño murió de leucemia. Fue un golpe muy duro en su vida pero se repuso.

Lamentablemente, las malas noticias no tardaron en llegar nuevamente. Ya con su segundo y actual marido, Matías Figueroa, se enteraron que no podrían concebir un niño. Atravesaron por traumáticos procesos de fertilización pero decidieron desistir debido al sufrimiento. A pesar de ello, no bajaron sus brazos y decidieron anotarse en lista de adopción.

La decisión de adoptar no fue difícil, la ilusión de los dos por formar una familia se mantenía en pie y soñaban con el momento de abrazar a sus nuevos hijos. Mientras esperaban el llamado, continuaron con su vida normal, ella ejerciendo la medicina y él con su pequeña fábrica de embutidos. Los días pasaban y el teléfono no sonaba, la ansiedad cada vez era mayor.

Luego de un tiempo, llegó el llamado esperado. Dos niños estaban disponibles para ser adoptados y el perfil encajaba perfecto con los padres. Sin embargo, la noticia no estaba completa. Cuando se enteran que los niños pertenecían a un grupo de 6 hermanos, las dudas eran más que las certezas.

¿Quién era capaz de separar a 6 niños indefensos? ¿Cómo podría vivir el resto de su vida sabiendo que separó a unos hermanos? Pero el miedo de adoptar a 6 niños también era grande. “No teníamos lugar para hacerlo, tampoco la plata pero era un sufrimiento para nosotros separarlos”, comenta.

Tomaron una decisión que, tal vez, pocas personas en el mundo lo harían pero sintieron en el corazón que iban a poder. Sin embargo, no sabían qué iba a ser tan complicado. “Gracias a Dios nadie nos advirtió de lo difícil que sería porque nos hubiéramos perdido la más grande bendición. Es imposible que no los vea como lo mejor que existe en el universo”.

El esfuerzo era sobrehumano pero su amor siempre fue más grande. Pasó el tiempo y los niños se acoplaron perfectamente a la familia. Se mantuvieron unidos y la casa se llenó de risas y alegrías. Los pequeños crecieron y el vínculo se hizo más fuerte.

En su casa, las travesuras, juegos y pequeñas peleas son comunes y son las que le dan la fuerza para levantarse todos los días.

Para Virginia y Matías, el esfuerzo fue enorme pero ella recuerda que “Detrás del miedo, Dios pone a las cosas más bendecidas de la vida”. Y no tiene temor en afirmar que es cierto.

El agradecimiento de todos los días

Virginia quiere agradecer toda su familia y amigos que la acompañan en el día a día. Principalmente a su colaboradora de todos los días, Rosana Jaime, a su suegra, Anita, y a su cuñado, Cristián Figueroa.

Además, esta agradecida con el equipo del Ministerio de Desarrollo Social que siempre se preocupó por sus niños y están atentos a todas las necesidades que la familia tiene.

Un mensaje para las mujeres

“Como mujer puedo decir que he tenido la oportunidad de elegir ser madre, médica y darme una oportunidad en el amor. Las desgracias siempre están pero me siento orgullosa de que a través del esfuerzo y mi fe pude sostener mis elecciones.

Deseo que todas las mujeres del mundo puedan elegir su destino. Que no estemos condicionadas por nada más que nuestro esfuerzo y sólo dependa de eso”.