
La peluquería -licenciataria de Marca Tucumán- utiliza grifos que ahorran agua y productos libres de formol para cuidar el planeta.
Belleza con propósito y conciencia. Este es uno de los principales objetivos del ecosalón de peluquería Belén Cervantes Hair Club, licenciatario de nuestra Marca Tucumán -el sello de distinción provincial que administra el IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo). El emprendimiento, que cuenta con salones en San Miguel de Tucumán y en Yerba Buena, combina la pasión por la belleza capilar y la sustentabilidad para cuidar los recursos naturales y el medio ambiente.
Belén Cervantes, una de las socias de la firma, explica que el compromiso con prácticas sostenibles surgió a partir de la participación en distintos programas que impulsan marcas internacionales de productos capilares para promover el cuidado del medio ambiente en la industria de la belleza. «Esas experiencias nos inspiraron a transformar nuestra peluquería en un ecosalón», afirma la emprendedora.
Los pilares que sostienen el compromiso de la empresa con la sustentabilidad son el cuidado del agua, el uso responsable de la energía y la separación de envases y tapas de productos para reciclado y la separación de otros residuos como el cabello.

Sobre este punto, Valeria Almirón, la otra socia del ecosalón, señala que afirma que iniciaron gestiones con especialistas tucumanos para desarrollar un biofertilizante con los desechos del cabello de peluquería. «Todavía es un proyecto en el que estamos trabajando. Hay antecedentes en otros países y nos gustaría aportar para que se pueda desarrollar en la provincia. Esto ayudaría a que otras peluquerías y salones también se sumen para incrementar el impacto», señala la emprendedora.
Por último, Almirón también remarca que la posibilidad de contar con la licencia de nuestra Marca Tucumán «es un verdadero orgullo porque podemos llevar nuestra identidad y nuestras raíces y demostrar que desde el Norte del país se puede emprender con excelencia, con propósito y con impacto».